El sesgo agresivo adoptado por la Reserva Federal ha cambiado un poco la narrativa y ha creado un entorno más favorable para el dólar estadounidense , especialmente frente a monedas de bajo rendimiento como el yen japonés. En su decisión de política monetaria de junio , el FOMC dejó sin cambios su programa de tasa de interés de referencia y flexibilización cuantitativa (QE), pero señaló dos aumentos de tasas para 2023 en medio de crecientes presiones inflacionarias y optimismo sobre el estado de la recuperación. En la rueda de prensa, el banco también afirmó que las discusiones preliminares sobre la reducciónsu programa de compra de bonos había comenzado, aunque enfatizó que la conversación se encontraba en una etapa temprana y que se necesitaban más avances hacia un " progreso sustancial adicional " antes de avanzar en el debate.