El dólar canadiense cayó hasta alcanzar mínimos de dos semanas con respecto a su homónimo estadounidense este miércoles, ya que las preocupaciones suscitadas en torno a la ralentización del crecimiento en China alentaron la aversión al riesgo impulsando la demanda en relación con el billete verde.

El dólar canadiense pierde posiciones frente al estadounidense
El par USD/CAD alcanzó el nivel de 1,1154, la cota más alta desde el 27 de febrero, y cerró la sesión con un avance del 0,29% hasta 1,1137.

Era posible que el par encontrara un soporte en 1,1070, el mínimo de este martes, y una resistencia en 1,1180.

La demanda en relación con el refugio seguro siguió viéndose respaldada por la preocupación suscitada en torno a las previsiones económicas para China tras conocerse el fin de semana que las exportaciones se desplomaron en febrero un 18,1% y que la inflación se ralentizó.

Estos datos sorprendentemente negativos suscitaron nuevas preocupaciones en torno a la solidez de la segunda economía del mundo.

La inquietud reinaba en los mercados después de que la una demora sin precedentes en el pago de bonos domésticos de China alentara este viernes los temores en torno a los problemas del sector financiero del país.

Los precios de los productos básicos se vieron azotados a causa de las preocupaciones en torno al debilitamiento de la demanda procedente de China. Los precios del cobre cayeron hasta alcanzar su cota más baja desde 2010 y los del petróleo se debilitaron también. Canadá es uno de los principales exportadores de crudo, por lo que su divisa se deja afectar fácilmente por las fluctuaciones de los precios del petróleo.

El dólar canadiense perdió posiciones con respecto al euro; el par EUR/CAD se apuntó un alza del 0,47% hasta 1,5464.

El euro se vio impulsado después de que Benoit Coeure, miembro del consejo ejecutivo del Banco Central Europeo, afirmara este miércoles que el banco no veía señal alguna de deflación en la zona del euro, pero que seguía siendo un posible riesgo.

La moneda única se vio considerablemente fortalecida después de que el BCE decidiera mantener sus tipos anclados en el 0,25, su mínimo histórico, en su reunión sobre política monetaria de la semana pasada, y se abstuviera de implementar nuevas medidas para espolear el crecimiento, a pesar de pronosticar una inflación baja para los próximos años.