En cambio, las diseñó para hacer que el resto del mercado (los operadores computarizados) creyera que las órdenes de venta superaban las órdenes de compra, indicando que el mercado estaba a punto de caer.
Como ovejas, los operadores computarizados venderían para evitar perder demasiado dinero a medida de que los precios caían. El peso de vender presionaría los precios hacia abajo.