La Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos tiene en marcha una amplia investigación sobre las firmas que realizan operaciones de alta frecuencia en Bolsa al sospechar que algunas de ellas pueden estar aprovechándose de información de la que no disponen otros inversores, según informa The Wall Street Journal.
En especial, que dado que tienen acceso antes que el resto a las órdenes de compra o venta de grandes inversores institucionales, se beneficien de esta información. Al mover grandes volúmenes de títulos, las operaciones de este tipo de operadores institucionales tienen la capacidad de alterar la cotización de los activos, con lo que saber de antemano cuál va a ser su siguiente movimiento ayuda a vender o comprar con cierta seguridad de obtener ganancias.
A esto se suma que las llamadas operaciones de alta frecuencia, que por medios informáticos permiten realizar transacciones en milisegundos, también permiten beneficiarse de los desfases de precios por su velocidad. Ante la acumulación de incidencias, este tipo de operaciones están cada vez bajo mayor presión por parte de las autoridades.
Las pesquisas, iniciadas hace un año, están aún en una fase inicial, pero cuentan con una importante dotación de personal, según las fuentes citadas por el diario neoyorquino. Entre otros, se han interesado por posibles ilegalidades en este negocio el fiscal general de Nueva York, Eric Schneideraman, y la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC).