En este sentido, es importante monitorear de cerca la resistencia técnica cercana a los $1.2092, que corresponde al máximo establecido el año pasado, ya que una ruptura de este nivel crearía el ímpetu necesario para que el EUR/USD pueda afianzar su impulso y se dirija, en un mediano plazo, hacia la siguiente resistencia cerca de los $1.2550, marcada por una directriz bajista de largo plazo (2008).
No obstante, es importante destacar que toda tendencia puede revertirse. Por esto, es fundamental vigilar de cerca un umbral de soporte clave, en las inmediaciones de los $1.1875, definido por una directriz alcista de mediano plazo (2016), y por los máximos de principios de agosto y octubre. Una perforación de este nivel, dañaría la formación técnica de la acción del precio y generaría una fuerte presión de venta sobre el EUR/USD, poniendo en juego el siguiente soporte que se sitúa en los $1.1682/$1.1680, y que está definido por el mínimo de agosto y por el retroceso de Fibonacci de 23.6%, del movimiento de enero-setiembre del año pasado.