La Guardia Revolucionaria iraní incautó un petrolero extranjero en el Golfo Pérsico que estaba traficando con combustible y detuvo a siete tripulantes, informó el domingo la prensa estatal iraní, en una demostración de poder en medio de una creciente tensión con Occidente.
El buque fue interceptado cerca de la Isla Farsi de Irán, en el Golfo, dijo la agencia de noticias semi-oficial Fars. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de élite (IRGC) tiene una base naval en la isla, situada al norte del Estrecho de Ormuz.
Fars y la estación de televisión libanesa al-Mayadeen informaron de que el petrolero fue confiscado el miércoles.
“Las fuerzas navales del IRGC se han apoderado de un petrolero extranjero en el Golfo Pérsico que transportaba combustible de contrabando para algunos países árabes”, dijo el comandante de la Guardia Ramezan Zirahi en la televisión estatal.
La nave llevaba 700.000 litros de combustible, dijo Zirahi, sin entrar en detalles sobre las nacionalidades de los tripulantes detenidos y sobre el país o la compañía propietaria del barco.
“La detención del petrolero se llevó a cabo en coordinación con las autoridades judiciales iraníes y en virtud de su mandato”, dijo Fars citándolo. “Fue llevado al puerto de Bushehr, donde su combustible fue entregado a las autoridades.”