No se esperan cambios en los tipos de interés ni tampoco en el programa de compra activos que fue lanzado en el cónclave de septiembre, así que la atención de los inversores se centrará en el lenguaje de la institución.
Como se trata de la última junta de gobierno bajo la dirección de Draghi, es poco probable ver fuegos artificiales. Esto quiere decir que el evento tendría un carácter neutral y no traería sorpresas ni para el euro ni para los mercados financieros.