El índice DAX comenzó la semana de operaciones con fuertes pérdidas. En la sesión del lunes, el DAX está en 12,425, un 1,22% menos en el día. En el frente de publicación, solo hay un evento. El Clima empresarial alemán Ifo cayó a 101.7 puntos, apenas por debajo de la estimación de 101.8 puntos.
Después de una semana difícil, las bolsas europeas siguen bajo presión. El DAX disminuyó un 2.8% la semana pasada, y el CAC francés cayó un 1.8% durante ese tiempo. Los inversores siguen siendo cautelosos ya que el presidente Trump ha sacudido los mercados al imponer aranceles rígidos a China, la UE y otros socios comerciales. El viernes, la UE impuso aranceles de represalia de alrededor del 25% sobre 3.300 millones de dólares en bienes estadounidenses. Este movimiento fue en respuesta a los aranceles de Estados Unidos sobre las importaciones de acero y aluminio de la UE. Sin embargo, el presidente Trump tiene más cartas bajo la manga y ha amenazado con imponer aranceles del 20% a los vehículos de la UE. Esta amenaza ha enviado las existencias de automóviles en el DAX bruscamente más bajas el lunes. Daimler perdió un 2,29% y BMW cayó un 1,49%. El jueves, Daimler dijo que las tensiones comerciales afectarían sus ventas. BMW exporta automóviles de los EE. UU. A China y Europa, entonces las batallas comerciales podrían tener un impacto negativo en los ingresos de la compañía. La UE tiene suficiente en su plato sin una guerra comercial con los EE. UU. Y ha lanzado una queja sobre los aranceles de los EE. UU. Con la Organización Mundial del Comercio. Aún así, la UE no ha rehuido los movimientos de represalia, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que la respuesta de la UE sería "clara pero medida".
La disputa comercial a fuego lento entre los EE. UU. Y sus principales socios comerciales sigue siendo un problema crítico para los mercados globales. Los jefes de los bancos centrales están preocupados, y la semana pasada, Jerome Powell y Mario Draghi sonaron pesimistas sobre las repercusiones que una guerra comercial podría tener en el crecimiento económico y la política monetaria. El domingo, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) también pesó. El BIS actúa como un grupo paraguas para unos 60 bancos centrales. El jefe del BPI, Augustin Carstens, advirtió que las medidas proteccionistas recientes podrían obstaculizar el crecimiento global y la estabilidad financiera, y podrían tener efectos secundarios negativos en los mercados de divisas. Al mismo tiempo, el BIS expresó su apoyo a que la Reserva Federal aumente las tasas de interés gradualmente y para el BCE dirigiéndonos hacia la normalización a medida que finaliza su masivo programa de activos.