Las empresas están obligadas a garantizar que los correos solo puedan ser leídos por quienes los envían y sus destinatarios



La presidenta brasileña Dilma Rousseff promulgó el miércoles la Carta de Derechos para la era digital, que aspira a proteger la privacidad en la Internet y promoverla como un servicio público al prohibir a las compañías de telecomunicaciones cobrar por un acceso preferencial a sus redes.

La ley firmada por la mandataria en una importante conferencia en Sao Paulo sobre el futuro de la gobernanza de Internet pone a Brasil a la vanguardia de la protección de los consumidores en línea y de lo que se conoce como neutralidad de la red, cuyos promotores la consideran profundamente democrática porque mantiene bajas las barreras financieras para los innovadores.

La legislación promueve la privacidad al imponer límites a los datos que las empresas en línea pueden recopilar de los usuarios de la red en este país de 200 millones de habitantes, al considerar las comunicaciones en Internet algo inviolable y secreto. Los proveedores de servicios de Internet deben desarrollar protocolos para asegurar que los correos electrónicos solo puedan ser leídos por quienes los envían y sus destinatarios. Los que infrinjan la norma pueden ser objeto de multas y suspensiones.

Sin embargo, la ley obliga a las empresas de Internet a mantener datos de los usuarios durante seis meses y entregarlos a la policía mediante orden judicial.

La promulgación de la ley, aprobada en el Senado el martes por la noche, ocurre en momentos en que Brasil es sede de una conferencia mundial ampliamente considerada un intento de trazar un camino para una Internet menos centrada en Estados Unidos, y a la que asistieron delegaciones de alto nivel de países como Alemania y Estados Unidos.

Brasil se ha proyectado como defensor de la libertad en Internet tras las revelaciones el año pasado de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense espió a Rousseff, sus asesores más cercanos y a intereses comerciales brasileños como la petrolera estatal Petrobras.

La mandataria canceló una visita de estado a Estados Unidos en octubre como resultado de las filtraciones del ex analista de la CIA Edward Snowden. Rousseff dijo que iba a promover más servicios de Internet de cosecha propia, comenzando por un servicio de correo electrónico nacional, y hacer de la porción brasileña del tráfico global de Internet menos dependiente de Estados Unidos, en parte al tender un cable submarino a Europa. La mayor parte del tráfico de América Latina pasa a través de Estados Unidos.

Rousseff ha propuesto una medida que exija a las grandes empresas de Internet, como Google y Facebook, que almacenen los datos de usuarios brasileños dentro del país, como una manera de proteger a los ciudadanos del espionaje estadounidense, pero esa cláusula fue retirada del proyecto final.

En términos generales, los más de 800 asistentes que llenaron un salón de hotel para el foro NETMundial el miércoles elogiaron a Rousseff.

Otros países que tienen leyes de neutralidad de la red incluyen a Holanda y Chile, que fue el primero en hacerlo en el 2010. En Estados Unidos, las normas de neutralidad de la red impuestas por la Comisión Federal de Comunicaciones fueron derribadas por un tribunal en enero. Al mes siguiente, Netflix llegó a un acuerdo con Comcast para pagar por un tratamiento preferencial del tráfico de internet que lleva sus flujos para películas.