Las autoridades chinas anunciaron la extensión de la rebaja de impuestos para las empresas de nueva creación así como las que contraten a desempleados, una medida dirigida al fomento del empleo en un momento en que la segunda economía mundial se desacelera.
Según un comunicado del Ministerio de Finanzas, las empresas nuevas creadas por desempleados contarán con una reducción máxima de 9.600 yuanes anuales (1.560 dólares, 1.100 euros al cambio de hoy).
Las nuevas compañías creadas por nuevos graduados universitarios, personas que no hayan trabajado durante los últimos seis meses, ciudadanos que reciban ayudas del Gobierno o miembros de familias que no tengan ningún tipo de ingreso también se beneficiarán de esta reducción de impuestos.
Los incentivos también afectan a las compañías ya existentes, que contarán con una reducción anual de 5.200 yuanes (830 dólares, 600 euros) por cada trabajador contratado que anteriormente estuviera en paro.