Con las monedas digitales de los bancos centrales, o CBDC, en la agenda de muchos países, el director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) intervino sobre el papel del establecimiento financiero convencional en el panorama de las monedas digitales emergentes.
Al hablar en el seminario de políticas de la Institución Hoover el 27 de enero, Agustín Carstens argumentó que los bancos centrales deben estar al frente y al centro en la emisión y control del dinero digital:
“Para que exista el dinero digital, el banco central debe desempeñar un papel fundamental, garantizando la estabilidad del valor, asegurando la elasticidad de la oferta agregada de dicho dinero y supervisando la seguridad general del sistema. Un sistema así no debe fallar y no puede tolerar ningún error grave".
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Para Carstens, los bancos centrales y la arquitectura financiera existente son más adecuados para garantizar la confianza y la estabilidad de las monedas digitales que una red de gobernanza puramente descentralizada. El gerente general del BIS enfatizó esta línea de argumento, llamando a Bitcoin (BTC) un activo especulativo y no dinero.
“Los inversores deben ser conscientes de que el Bitcoin puede caer por completo. La escasez y las criptomonedas por sí solas no son suficientes para garantizar el exchange", agregó Carstens en referencia a la propuesta de valor de Bitcoin como dinero.
El jefe del BIS también describió los proyectos privados de stablecoins como Diem de Facebook como más creíbles que Bitcoin. A pesar de esta afirmación, Carstens argumentó en contra de las stablecoins privadas:
“En general, las stablecoins privadas no pueden servir como base para un sistema monetario sólido. Todavía puede haber casos de uso específicos significativos para las stablecoins. Pero para seguir siendo creíbles, deben estar fuertemente regulados y supervisados. Necesitan construir sobre los cimientos y la confianza que brindan los bancos centrales existentes y, por lo tanto, ser parte del sistema financiero existente".