La reciente fortaleza en el precio está justificada por el RSI que ha terminado su carrera descendente y avanzó por encima de su marca neutral de 50. El MACD ha roto su línea de señal roja y está listo para ingresar al área positiva, lo que también refleja un sesgo en mejora.
Aún así, en términos de la tendencia, el par continúa manteniendo una dirección a la baja por debajo del pico de 1.2009 a pesar de su último rebote, manteniendo cierta cautela. Un aumento por encima de la resistencia de 1,1880 y un rebote en el canal ascendente roto podría eliminar los temores de un mercado con tendencia bajista, especialmente si el par también logra cerrar por encima de la barrera clave de 1,1930. En este caso, los alcistas pueden intentar reanudar la tendencia alcista de marzo por encima del máximo de 1.2009 y perforar el nivel de 1.2080, que ha sido algo restrictivo para los movimientos alcistas durante el período 2017-2018.
Por otro lado, una caída por debajo de 1,1800 puede volver a probar la región de apoyo de 1,1750-1,1695 , una ruptura de la cual abriría el camino hacia la parte inferior de la nube de Ichimoku y el mínimo anterior de 1,1611. Un paso decisivo a la baja daría control total a los bajistas y empeoraría la perspectiva a corto plazo , con la marca de 1,1500 probablemente próxima bajo el foco de atención. Otra extensión negativa en este punto deteriorará el panorama a mediano plazo de positivo a neutral.
En resumen, el EURUSD está mostrando apetito por acciones alcistas adicionales en el corto plazo. Sin embargo, cualquier optimismo de que el par pueda estirar la tendencia alcista de marzo a nuevos máximos podría ser prematuro a menos que el precio se recupere por encima de 1,1880.