En eventos de gran afluencia de personas como ferias, conciertos o paseos turísticos, una de las preocupaciones que ronda la cabeza de los padres es la eventual pérdida de sus hijos.

En ocasiones, basta un segundo de distracción para que entre la multitud caminando en todas las direcciones el adulto pierda de vista a los niños a su cuidado. A continuación, el pánico juega en contra cuando el niño y sus padres se dan cuenta del extravío. Cada uno camina en direcciones opuestas, dilatando más el reencuentro.


LG Electronics ha creado, dentro de la gama de los "wearables" unos dispositivos para solucionar rápidamente estas eventualidades. La semana pasada, la firma dio a conocer Kizon, un rastreador en forma de pulsera que se coloca en las muñecas de los niños; cuenta con Wifi, y mediante GPS envía la información de la localización del menor al dispositivo móvil de sus padres.

Además de esta función de rastreo, el Kizon también funciona como un teléfono programado solo para realizar o recibir llamadas hacia y desde el dispositivo del adulto. Su batería permite un uso de 36 horas seguidas, y aunque todavía no se tenga información sobre el precio del dispositivo, se espera el lanzamiento en Europa y Estados Unidos para el último trimestre del año.