El Gobierno francés está convencido de que este año recaudará 1.800 millones de euros por el dinero de residentes que estaba en cuentas no declaradas en el extranjero y que está aflorando en el marco de su programa contra el fraude.

El ministro de Finanzas, Michel Sapin, precisó, en una entrevista publicada hoy por Le Journal du Dimanche que el fisco ha recibido ya 1.336 millones de euros, frente a los 1.000 millones a mediados de junio, con lo que están "casi seguros de alcanzar el objetivo de 1.800 millones de euros a finales de año y de disponer de más ingresos en 2015".

Con ese dinero se financiará "sin dificultades" la reducción de impuestos decidida para las personas con menos ingresos, que se va a prolongar el año próximo, destacó Sapin.

Hasta el viernes pasado, el fisco francés había recibido 29.024 demandas de regularización de capitales no declarados en el extranjero, con un monto medio en torno a un millón de euros.

El ministro estimó que "han salido de la sombra unos 28.000 millones de euros" que van a incrementar la base fiscal de cara al futuro.

"Nunca antes hubo una operación de ese tamaño", se felicitó antes de insistir en que se ha logrado "sin amnistía".

Además, destacó que con la puesta en marcha del intercambio automático de información fiscal, las autoridades de muchos países, "incluida Suiza", se han comprometido a informar de las cuentas escondidas de residentes franceses.