Los inversores disponen de fuentes de información de las más diversas y variadas. Sin embargo, las primarias siguen siendo irremplazables para quienes pretendan realizar un análisis detallado y profundo de los activos bajo consideración.

Existen dos formas para acceder a datos publicados por las empresas. La primera es a través de los organismos reguladores del mercado de capitales en cada país que suben en forma actualizada lo que reportan las firmas (resultados, actividad de compra y venta de acciones por parte de los ejecutivos y eventos especiales, entre otras cuestiones).

La otra es mediante las propias compañías cotizantes que suelen tener una sección de “relación con los inversores” en su sitio web donde se encuentran algunos reportes oficiales acompañados por información adicional (presentaciones a los inversores, historial de dividendos o conferencias de prensa) que la ofrecen por decisión propia, sin que esté obligada a hacerlo.

Una de las fuentes más importantes es el reporte anual a los accionistas, que incluye no sólo consideraciones financieras y contables sobre la performance del negocio en los últimos años, sino también aspectos cualitativos como la estrategia de su negocio y los riesgos que enfrenta.

En forma trimestral se publican los balances que incluye una gacetilla de prensa, que tiende a ser más sencilla y coloquial, acompañada por una conferencia con los principales directivos de la empresa.

El anuncio de resultados incluye los datos financieros y algunos breves comentarios por parte de su management y, luego, se abre a preguntas de los inversores, periodistas y analistas en los que profundizan sobre el funcionamiento de la firma y sus perspectivas futuras.

Además de esto, las empresas deben publicar el documento 6-Q que hace referencia a la performance del negocio en el trimestre, pero cuenta con un mayor grado de profundidad en lo que tiene que ver con los aspectos financieros (incluye las notas a los estados contables y ajustes).

Además, muchas firmas dan a conocer presentaciones para los accionistas que no son obligatorias desde el punto de vista regulatorio, pero que pueden brindar información muy valiosa.

También, es habitual que publiquen sus ponencias en conferencias organizar por bancos de inversión y otras instituciones. Allí, suelen plantear una mirada estratégica de mediano plazo sobre la compañía, además de estrategias de crecimiento, planes de distribución de capital y objetivos financieros de largo alcance.

En algunos casos, acompañan sus reportes de resultados con presentaciones con gráficos de variables tanto financieras como operativas, que pueden ser bastante ilustrativo, aunque incluyen información que ya está disponible.

El proxy statement es un documento legal que provee datos valiosos al respecto del management de la firma y su junta de directores. Es importante analizar cuestiones como el esquema de compensación de los ejecutivos para asegurarse de que estén correctamente alineados en función de los intereses de los accionistas. La independencia de los directores puede ser central a la hora de monitorear y controlar a los ejecutivos.

Otro material oficial de gran interés es el formulario Nº 4, que es de presentación obligatoria cuando los directivos de una compañía o un accionista con tenencias por más del 10% de su capital compra o vende papeles de la firma.

Muchos empleados de rango medio y alto suelen recibirlos como parte de su paquete de compensaciones y, en ocasiones, se desprenden de ellos para hacerse del efectivo, diversificar el portafolio o financiar otras inversiones. Pero cuando se realizan en un gran volumen (especialmente si estas no fueron programadas con anticipación) podría indicar que son pesimistas al respecto del retorno que tendrán en el futuro.

En el mismo sentido, una operación de compra da una señal de confianza. Además, los estudios académicos han demostrado que las acciones de empresas cuyos insiders están adquiriendo posiciones tienden a generar un retorno superior al promedio en el mediano plazo.