Los banqueros centrales regresan a la escena el martes. Christine Lagarde , presidenta del Banco Central Europeo, hablará sobre la economía a medida que aumentan las infecciones por coronavirus en la eurozona . En su país de origen, Francia, los bares parisinos estarán cerrados el martes. Madrid, la capital española, está bloqueada y las infecciones avanzan rápidamente en Bélgica, los Países Bajos e Irlanda.
Si Lagarde expresa su preocupación y prepara más estímulos, también en medio de la caída de la inflación, el euro podría sufrir. Por otro lado, los datos del verano siguen siendo alentadores: los pedidos de fábrica alemanes superaron las proyecciones con un aumento del 4,5% en agosto.
Jerome Powell , presidente de la Reserva Federal, también pronunciará comentarios más tarde en el día. Es poco probable que se desvíe del compromiso del banco de mantener bajas las tasas por más tiempo, pero sin ofrecer cambios inminentes a la política.
Las cifras económicas recientes de Estados Unidos apuntan a una recuperación en curso, aunque están perdiendo fuerza . El informe de nóminas no agrícolas mostró un aumento de 661.000 puestos de trabajo, menos de lo esperado. Por otro lado, el índice de gerentes de compras de servicios ISM superó las estimaciones. Cuando faltan cuatro semanas para las elecciones, es poco probable que Powell diga algo trascendental.
En general, la política domina, pero los banqueros centrales también podrían tener un impacto significativo.