Los 1,8 millones de personas que son víctimas de trabajo forzoso en América Latina y el Caribe generan ganancias anuales por 12.000 millones de dólares a sus explotadores, señaló hoy la directora de la OIT para la región, Elizabeth Tinoco.
La representante para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio estas cifras durante la inauguración de una reunión en Lima de delegaciones de Brasil y Perú con el objeto de diseñar un proyecto de cooperación conjunta para luchar contra el trabajo forzoso.
Funcionarios en administración de justicia, policía e inspección laboral participan hasta el viernes en la misión de prospección 'Cooperación Sur-Sur entre Brasil y Perú en el área de combate de trabajo forzoso', bajo la coordinación de la OIT y el apoyo de EE.UU.
Tinoco manifestó en la inauguración que el trabajo forzoso genera ganancias por 150.000 millones de dólares anuales, de los que la mayor parte, 99.000 millones de dólares, provienen de la explotación sexual comercial.
El Gobierno de Brasil reconoció oficialmente en 1995 la existencia del trabajo forzoso en el país y desde ese año hasta 2013 ha rescatado a más de 46.000 trabajadores de esa condición, según información del Ministerio brasileño de Trabajo y Empleo.
Tinoco indicó que en Perú se han identificado las prioridades y los sectores donde es necesario actuar con rapidez, como los de minería y tala de madera ilegal.
La viceministra peruana de Trabajo, Sylvia Cáceres, informó por su parte de que los funcionarios a cargo de la inspección del trabajo forzoso de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) serán capacitados para poder fortalecer su especialización y erradicar este problema en el país.