Las fuerzas kurdas de Irak dijeron el lunes que han recuperado la mayor presa de Irak de manos de los islamistas, mientras Estados Unidos lanzaba ataques aéreos para asegurar el que se ha convertido en un objetivo estratégico vital en los combates que amenazan con romper el país.
Un empleado de la presa, sin embargo, dijo que el Estado Islámico controla aún la presa de Mosul, dándoles el control sobre el suministro energético y de agua. Cualquier daño en la vulnerable infraestructura amenazaría las vidas de miles de personas.
Aviones de combate, bombarderos y aparatos no tripulados participaron en los ataques contra posiciones del Estado Islámico cerca del embalse, dijo el Pentágono. Los ataques dañaron o destruyeron seis vehículos armados, un vehículo armado ligero y otros equipos.
El Ejército de Estados Unidos dijo que creía que los ataques aéreos en torno a la presa habían sido efectivos para contener a los miembros del Estado Islámico en el lugar para que las fuerzas kurdas e iraquíes pudieran maniobrar contra ellos.
Sin embargo, el coronel del Ejército Steve Warren, portavoz del Pentágono, dijo que las operaciones continuaban y que aún no podía decir si había sido recuperada por las fuerzas iraquíes.
Ante el recrudecimiento de los combates, miembros del Estado Islámico dijeron que habían matado a docenas de combatientes kurdos y que habían capturado a 170 de ellos, según un sitio en Twitter que apoya al grupo.