Ahora bien, ¿para que no es Bitcoin? Bitcoin es un activo sumamente volátil. Lo que implica que si lo que buscas es estabilidad ante la inflación (o hiperinflación), esa no es tu mejor opción. El dólar y el euro son vehículos mucho más estables. Eso es particularmente cierto a la hora de asumir obligaciones. El crédito siempre es mejor en moneda débil. El dólar sería la segunda mejor opción. Pero asumir una obligación en Bitcoin sería una verdadera locura.
Bitcoin tampoco es la mejor opción en el comercio minorista. Hacer pagos en fiat en la mayoría de los casos es la alternativa más inteligente. En lo personal, prefiero no gastar mis bitcoins. A veces vendo Bitcoin para obtener algo de fiat. Pero el gasto como tal prefiero hacerlo en fiat. No me refiero a una transacción internacional problemática de hacer por las vías tradicionales. Me refiero a comprar un café en la cafetería de la esquina. En este caso, el papel o la tarjeta me resulta más cómodo y conveniente. Es decir, Bitcoin no es una panacea. No es útil para todos los aspectos de la vida. Es una herramienta como cualquiera. En algunos casos, es muy útil. Pero, en otros casos, no tanto. Tiene sus pros y sus contras. Este bus no es para todo el mundo, pero sí es para muchos. Pero, si te gusta Bitcoin, por favor, deja a los comediantes tranquilos. No te fanatices. Ten sentido del humor.