El Gobierno de Argentina defendió hoy su propuesta para eludir los obstáculos judiciales que impiden pagar en EE.UU. a los tenedores de bonos argentinos reestructurados, mientras varios grupos de la oposición ya adelantaron que votarán en contra del proyecto de ley en el que se fundamenta.

Un día después de que la presidenta Cristina Fernández anunciase el "Proyecto de Ley de Pago Soberano Local de la Deuda Externa", el ministro de Economía, Axel Kicillof, precisó que no se trata de abrir un nuevo canje de deuda sino una vía para cambiar "de sede de pago", con el fin de garantizar que el país suramericano "pueda seguir pagando y que los bonistas puedan seguir cobrando".
Kicillof, como hizo también el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, subrayó la voluntad de pago de Argentina y criticó las decisiones del juez estadounidense Thomas Griesa que han impedido a algunos tenedores de bonos argentinos reestructurados cobrar en EE.UU. el vencimiento del 30 de junio.
El bloqueo del pago se debe a un fallo de Griesa, ratificado por la Corte Suprema de EE.UU. favorable a fondos de inversión que poseen bonos no sujetos a las reestructuraciones que las autoridades argentinas ofrecieron a sus acreedores en 2005 y 2010, como solución al millonario cese de pagos declarado por Argentina en 2001.
El proyecto de ley abre la posibilidad a que los acreedores cobren su deuda a través del Banco de la Nación Argentina o a que presenten un medio alternativo de su elección.