El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, confía en que las medidas de estímulo anunciadas en junio, ayudadas por un debilitado euro, impulsarán la demanda en la economía de la zona euro, pero resaltó el viernes que el organismo está preparado para actuar nuevamente.
Hablando en la conferencia anual de banqueros centrales en Jackson Hole, Draghi dijo que las últimas cifras de crecimiento confirmaron que la recuperación del bloque de la moneda única permanece "uniformemente débil" y se comprometió a mantener la postura de política monetaria expansiva por un prolongado periodo de tiempo.
El BCE recortó los tipos de interés a mínimos récord en junio y lanzó una serie de medidas para inyectar dinero en la debilitada economía de la zona euro, donde la inflación se ha situado en lo que Draghi denominó "zona de peligro", debajo de un 1 por ciento, durante 10 meses.
"Confío que el paquete de medidas que anunciamos en junio proporcionará de hecho el impulso destinado a la demanda, y estaremos preparados para ajustar nuestra postura de política aún más", aseguró Draghi en el texto de un discurso.
"El Consejo de Gobierno utilizaría también instrumentos no convencionales para salvaguardar el firme anclaje de las expectativas de inflación en el mediano a largo plazo", agregó.