Casi dos tercios de los franceses consideran que a las compañías se les debería permitir exenciones en torno a la semana laboral de 35 horas introducida en el país si logran acuerdos con sindicatos comerciales, mostraron dos sondeos el sábado.
El nuevo ministro de Economía francés, Emmanuel Macron, generó revuelo esta semana- en una entrevista realizada antes de su nombramiento el martes- por plantear la idea como una medida que podría ayudar a las compañías a ganar confianza y competitividad.
Los comentarios generaron la molestia inmediata entre los sindicatos comerciales y el Gobierno salió rápidamente a calmar las especulaciones de que podría haber un cambio en la ley.
Introducida por un Gobierno socialista anterior en el 2000 en un intento de redistribuir el trabajo y crear empleo, la semana laboral de 35 horas está muy protegida por la izquierda en Francia, pese al hecho de que muchos franceses en realidad trabajan bastantes más horas.
Presionado por la Unión Europea para hacer reformas a la economía en Francia a fin de hacerla más favorable a los negocios y sacarla del estancamiento, el Gobierno del presidente François Hollande ha introducido modestas reformas al mercado laboral pero ha evitado modificar la semana laboral de 35 horas.
Un sondeo de Ifop para el diario Sud Ouest Dimanche mostró que un 65 por ciento de los franceses estaba a favor de permitir a las compañías cambiar las reglas sobre el tiempo de trabajo si alcanzan un acuerdo con sindicatos comerciales que representan a la mayoría de los trabajadores. Un 35 por ciento de los encuestados se opuso a la idea.