El Banco de Japón (BoJ) ha comprado bonos nipones con rendimiento negativo, informó hoy el diario N**kei, un inusual movimiento que parece destinado a reafirmar el compromiso flexibilizador de la entidad.

Esta adquisición, ejecutada en una subasta celebrada en la víspera, aumenta las expectativas de cara a que la entidad active un paquete de estímulo adicional tras los malos datos del PIB japonés de abril-junio, apunta el rotativo económico.
En abril de 2013 el BoJ activó un programa de compra masiva de activos, incluidos títulos de deuda pública nipona, para incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (436.518-509.240 millones de .015-659.185 millones de dólares) y acabar con la deflación y el estancamiento económico.
No obstante, la compraventa de bonos japoneses ha disminuido últimamente, y esta escasez de oferta en el mercado ha comenzado a preocupar a muchos economistas.
Los bonos con rendimientos negativos generan pérdidas para los inversores que se aferran a ellos hasta su vencimiento y la compra de estos títulos por parte de un banco central resulta extremadamente inusual.
Según apuntan los analistas del N**kei, este excepcional gesto reforzará las expectativas de cara a la activación de alguna medida de flexibilización adicional por parte del BoJ después de que el pasado lunes el Gobierno japonés revisara el dato negativo del PIB de abril-junio.
El ejecutivo aumentó en tres décimas el retroceso a ritmo anual de la economía japonesa, que se contrajo un 7,1 por ciento en relación a abril-junio de 2013 afectada por la reciente subida del impuesto sobre el consumo.