El banco estadounidense J.P. Morgan Chase & Co reveló que un ciberataque este verano boreal puso en peligro la información personal de más de 76 millones de familias y pequeños negocios que tienen cuentas en esa entidad financiera.
El banco aseguró que el ataque afectó a nombres, direcciones, números de teléfono y direcciones de correo electrónico, pero no a los números de cuenta o a las contraseñas.
La información fue conocida como parte de una comunicación obligatoria por ley y según el diario "The New York Times" supone el mayor ataque cibernético a una empresa. Otras grandes compañías estadounidenses como Target o The Home Depot han sido víctimas de ataques.
J.P. Morgan Chase es el mayor banco de Estados Unidos por número de activos. Las autoridades de EE.UU. han estado investigando el ciberataque, que se produjo entre junio y julio.
COMUNICADO
El banco envió una comunicación a sus clientes señalando que a pesar del ataque informático, no han observado "actividad fraudulenta inusual relacionada con este incidente".
De la misma forma indicó que los clientes no asumirán ningún riesgo ni responsabilidad de cualquier transacción hecha sin autorización en sus cuentas, siempre y cuando los alerten con prontitud.
J.P. Morgan Chase también comunicó a sus clientes que no necesitan cambiar sus claves personales tras el incidente.
La portavoz del banco, Patricia Wexler, dijo que la institución financiera no está ofreciendo monitoreo de crédito a sus clientes ya que no creen que ninguna información financiera, datos de cuentas o identificación personal fue robada.
Este año en incidente similares, la violación de la seguridad de la tienda de mejoras del hogar The Home Depot afectó a 56 millones de clientes que usan sus tarjetas de crédito, mientras que la tienda por departamentos Target fue blanco del robo de datos de tarjetas de 40 millones de sus clientes, así como información personal de otros 70 millones.