La Unión Europea (UE) y Suiza firmarán hoy una declaración conjunta que pondrá fin a una larga disputa sobre la fiscalidad de empresas que comenzó hace casi diez años, un paso que fue saludado hoy por la titular helvética de Finanzas, Eveline Widmer-Schlmumpf.
"Es el fin de una larga disputa que permite concentrarnos ahora en las cuestiones reales" de las relaciones fiscales y bilaterales entre la Confederación Helvética y la UE, indicó Widmer-Schlumpf a su llegada a Luxemburgo, donde se reúnen hoy los ministros de Economía y Finanzas de la Unión.
Suiza pondrá fin a cinco regímenes fiscales, tres a nivel de cantones y dos a nivel federal, que fueron considerados discriminatorios por la UE y distorsionadores en el ámbito de la competencia, al garantizar a empresas extranjeras privilegios.
El país helvético espera una "apertura" de la UE hacia la Confederación a partir de ese acuerdo, no solo en el resto de cuestiones fiscales abiertas, sino también en cuanto al "acceso a capital" para los bancos y seguros suizos.
"Es una buena señal. Significa que hablamos juntos y que buscamos soluciones", señaló Widmer-Schlumpf.
No se trata de una solución legal de la disputa, sino de un acuerdo para ya no tener que discutir sobre la "cuestión tributaria" y se ha acordado que, en cuanto Suiza aplique la nueva regulación, la UE dejará de tomar medidas de castigo, explicó la titular suiza de Finanzas en declaraciones a los medios de comunicación.
"Creo que es un buen resultado", recalcó Widmer-Schlumpf, quien sostuvo que el acuerdo permite a las empresas suizas "invertir de nuevo y tener seguridad jurídica y previsibilidad" sobre el marco aplicable.