La bolsa de Sao Paulo llegó a hundirse más de un 5% y sobre la media sesión su índice Ibovespa perdía un 3,80%, hasta situarse en los 49.966 puntos, en una sesión marcada por la reelección de la presidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta celebrada el domingo.
Las empresas estatales fueron las más perjudicadas, con la petrolera Petrobras liderando las pérdidas sobre las 12.20 hora local (14.20 GMT).
Las acciones preferenciales y ordinarias de Petrobras caían alrededor de un 10%, mientras que los papeles ordinarios de Banco Brasil sufrían un retroceso 7,57%.
Ambos títulos forman parte de lo que los analistas brasileños han calificado como "kit elecciones", un conjunto de papeles que en las últimas semanas han sufrido una gran volatilidad debido a la incertidumbre electoral.
El mercado financiero era partidario de la política de corte liberal respaldada por el derrotado opositor Aécio Neves, por lo que el triunfo de Rousseff, defensora del papel "regulador" del Estado", generó una ola de pesimismo entre los inversores.
La presidenta fue reelegida en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo con un 51,64% de los votos, frente al 48,36% del abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
En el mercado de cambio, el real brasileño caía con fuerza y se depreciaba un 2,43% frente al dólar, moneda que a media sesión era negociada a 2,526 reales para la compra y 2,528 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.
De esta forma, la moneda estadounidense volvió a romper la barrera de los 2,50 reales, una máxima alcanzada en las últimas semanas por primera vez desde 2008, fechas en las que la crisis financiera internacional, desatada en Estados Unidos, llegaba a su ápice.