La presión de venta continuó llevando a una caída de los futuros del gas natural el lunes, con el mercado acercándose rápidamente al nivel psicológico de 3,000 dólares. Los catalizadores detrás del movimiento fueron las previsiones meteorológicas que esperan temperaturas en su mayoría más cálidas de lo normal en áreas clave de demanda de Estados Unidos para el resto de la temporada de invierno.