Además, las pautas también establecieron que si se emiten estas monedas digitales, se requeriría que complementen el efectivo y actúen como activos de liquidación líquidos y seguros, al tiempo que anclan los sistemas de pago existentes. Además, los CBDC también deben ser energéticamente eficientes mientras operan de manera abierta, transparente y competitiva.
La declaración también subrayó la importancia de la interoperabilidad total sobre una base transfronteriza junto con la responsabilidad del grupo de minimizar “cualquier efecto secundario perjudicial al sistema monetario y financiero internacional”.
A principios de julio, una articulación reporte publicado por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco de Pagos Internacionales también había señalado que las CBDC podrían mejorar enormemente los sistemas de pagos internacionales actuales, ya que tenían la capacidad de ofrecer pagos transfronterizos que son más rápidos, más baratos, transparentes y más inclusivos. en comparación con el sistema financiero tradicional.
De las naciones que forman parte del grupo G7, ninguna ha podido superar a China en términos de desarrollo de CBDC, ya que esta última está lista para emprender la implementación generalizada de su Yuan Digital.