"Hemos dejado constancia de que la fijación de precios actual de la Fed (que elevó el tipo de los fondos federales a poco más del 3% a finales del año que viene) es bastante superficial", añade. De hecho, los economistas de BNY Mellon creen que EE.UU. se enfrenta a un problema de inflación persistente de cara a la segunda mitad de este año y a 2023, lo que obligará a replantear el rumbo de la política. Y consideran que la tasa de los fondos federales se situará en el 4% a estas alturas del año que viene, lo que supone un cierto adelanto con respecto al mercado (el máximo actual es del 3.05%, que es más bajo de lo que era en mayo de 2006).