El Gobierno nipón aprobó hoy una normativa que limita la remuneración por horas extra que pueden recibir los trabajadores asalariados, con vistas a promover la productividad y combatir la práctica habitual de alargar las jornadas laborales.

Actualmente, la legislación laboral japonesa fija un límite legal de 40 horas semanales para todas las profesiones, aunque los cargos directivos de las empresas y puestos de alta cualificación como investigadores o inversores financieros están exentos de este tope.

Todos los trabajadores nipones de menor rango que trabajen por encima de ese tope tienen derecho a cobrar las horas extras, lo que en muchos casos es considerado un incentivo para alargar las jornadas sin que necesariamente aumente la productividad.

La revisión de la normativa aprobada por el Ejecutivo nipón fija un tope salarial de 10,75 millones de yenes anuales (82.775 .300 dólares) que no podrán superarse en ningún caso aunque los empleados trabajen más horas extras, según recoge hoy la agencia local Kyodo.