La seguridad informática es una de las principales preocupaciones de todas aquellas personas que viven constantemente conectadas a internet. El espionaje o el hackeo es mucho más común de lo que parece. Puede ser por muchos intereses que van de lo económico o sentimental hasta la compra y venta de datos.
Aunque el usuario cree estar a salvo, nunca sabrá el motivo de por qué puede terminar siendo víctima de un intruso. Hay una serie de señales a las que podemos estar alerta si queremos darnos cuenta a tiempo de que alguien corrompió nuestro dispositivo y está viendo nuestros movimientos:
Las aplicaciones se cierran solas
Si las aplicaciones se cierran de manera repentina repetidas veces nunca es buena señal. Es cierto que no siempre tiene que ser porque nos estén espiando, hay muchas explicaciones posibles. Pero el espionaje es una de ellas así que hay que estar atento.
Mayor lentitud
Si alguien está usando tu celular o la notebook a la misma vez, por lógica tiene que ir más lento. Comprueba que el procesador no esté siendo usado más de lo normal, si es así es un indicativo de que alguien accedió a su poder de procesamiento.
La batería se agota rápido
Las baterías se deterioran y cada vez duran menos tiempo, pero si esa durabilidad es irregular puede ser señal de que están observando.
Si un día funciona normal, al día siguiente no y luego vuelve a funcionar normal, no solo es una mala señal, también es hora de consultar con el servicio técnico de celulares.
Inicios de sesión extraños
Mucha gente no hace caso a las notificaciones o los correos de seguridad, pero si recibes alguno de alguien que inició sesión con alguna de tus cuentas, rastréala hasta saber de qué se trata. Es la mayor evidencia de un espionaje.
Interferencias
Si ves que tu teléfono hace ruidos raros cuando llamas o que las comunicaciones no funcionan como deberían es mala señal. De la misma forma, no tiene por qué ser un hacker, pero revísalo lo antes posible porque no augura nada bueno.
Los datos se gastan antes de tiempo
Si tus datos se gastan un día o dos antes de lo previsto no tiene que ser algo extraño, se puede deber a que alguna aplicación en segundo plano utiliza más megas de tu plan de Internet que antes. Pero si el consumo aumentó considerablemente de un día para otro es algo que hay que revisar inmediatamente.