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La exigencia de un empleo digno, una renta mínima, la lucha contra la pobreza y la recuperación de los salarios centraron el viernes las reivindicaciones de los sindicatos con motivo del Día Internacional del Trabajo en España, un país con casi 5,5 millones de parados pese al triunfalismo económico del Gobierno.
Bajo el lema "Así no salimos de la crisis. Las personas son lo primero", Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) convocaron manifestaciones en decenas de ciudades contra una austeridad que, en su opinión, ha tenido efectos devastadores sobre el empleo y la cohesión social.
"El empleo que se está generando es un empleo muy volátil y de baja calidad", dijo el viernes Cándido Méndez, el secretario general de UGT, el segundo sindicato español.
En un año en el que el Ejecutivo de Mariano Rajoy presume de que España será el país que más crezca de la Unión Europea con una tasa de un 2,9 por ciento, los sindicatos reclamaron un cambio de política económica tras los recortes multimillonarios aplicados desde el inicio de la legislatura.
