Que tal foreros, mucho se habla sobre el verdadero criterio ecológico de los motores de los automóviles eléctricos. A decir verdad, la única ventaja que tienen es no emitir gases contaminantes, de ahí en adelante generan gran impacto al medio ambiente, tanto por la producción y la obtención de la energía eléctrica para recargarlos, así como por la construcción de las baterías de ion litio.
De acuerdo con un estudio realizado por Jarod Cory Kelly, analista principal de sistemas energéticos del Argonne National Laboratory en Estados Unidos, fabricar autos eléctricos produce más carbono que producir vehículos con motores de combustión interna, principalmente debido a la extracción y procesamiento de minerales necesarios para la producción de las baterías.
Según el estudio del Argonne National Laboratory, un Tesla Model 3 es menos dañino para el medio ambiente que un automóvil homólogo con motor de gasolina, después de 21.000 kilómetros de recorrido. Para esta estimación, la investigación calcula las emisiones de los automóviles durante su vida útil, incluidos diferentes parámetros, como los metales utilizados para fabricar las baterías y la cantidad de plástico y aluminio que se utiliza en cada automóvil.
Si el mismo Tesla Model 3 estuviera en Noruega, donde casi toda la electricidad generada proviene de plantas hidroeléctricas, necesitaría viajar 13.500 kilómetros para contaminar el medio ambiente menos que el Corolla. En caso de estar ubicado en China o Polonia, donde la mayoría de la electricidad proviene del carbón, entonces el Model 3 necesitaría 126.655 kilómetros para contaminar menos que el Corolla.
Conforme a los resultados de la investigación, un sedán eléctrico de tamaño mediano produce 29 gramos de CO2 por kilómetro durante el proceso de extracción y producción, cifra que corresponde a más de 8,1 toneladas de CO2 antes de llegar a su propietario. Por su parte, un automóvil de gasolina similar produce 20 gramos de CO por kilómetro o más de 5,5 millones de toneladas de CO2. Incluso, en el peor de los casos, en el que el modelo eléctrico se recargue solo con electricidad proveniente del carbono, produce 4,1 toneladas de CO2 por año, cuando un automóvil de gasolina produce más de 4,6 toneladas de CO2.