El incremento de las temperaturas extremas provocará entre 30 mil y 40 mil muertes más al año, entre 2030 y 2040, según los expertos que analizaron el impacto que tendrá el cambio climático en la salud de las personas.

En una conferencia internacional celebrada en Barcelona (España), convocada por la New York Academy of Sciences y otras organizaciones, los expertos han augurado que la temperatura en Europa aumentará unos 4 grados centígrados entre los años 2070 y 2100 como consecuencia del cambio climático.

"Actualmente, unos 8 millones de personas mueren cada año en todo el mundo a causa de los altos niveles de contaminación ambiental", dijo Chris Dye, director de estrategia en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según este experto, las variaciones de los patrones climáticos provocarán alteraciones sobre las personas con enfermedades crónicas cardiovasculares y respiratorias, y avisó que los grupos de población más vulnerables son los menores de 15 años y sobre todo las personas mayores de 75 años.

"En la fase fría hay más muertos que en la fase caliente, pero este patrón está cambiando", señaló Xavier Rodó, profesor de investigación ICREA en el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3).

"El cambio climático no causa enfermedades, sino que magnifica los efectos de muchas de estas", puntualizó por su parte Chris Dye, quien ha liderado el equipo de respuesta contra la crisis del ébola de hace cerca de un año.

Otros ejemplos que los expertos expusieron cómo el cambio climático afecta a la salud, su incidencia en enfermedades como la diarrea debido a la falta de medidas higiénicas, en sequías y en el hambre, o las olas de calor y la polución que afectan sobre todo a personas con enfermedades crónicas.

Otras consecuencias del cambio climático serán alteraciones en la producción agrícola.

Según Dye, los principales obstáculos para mitigar los efectos del cambio climático son la baja percepción de este fenómeno sobre la salud, y la baja capacidad de predicción de cuándo y dónde podrían observarse estas consecuencias.

Precisamente, la aparición de enfermedades de origen tropical en países desarrollados es una de las preocupaciones de los científicos para las que hay que prepararse, como fue el brote de ch**unguña a finales del año pasado en el Caribe, que ya se ha propagado por América del Sur, donde ya se han diagnosticado unos 850 mil casos, y que podría llegar a extenderse por Europa.