La población que padece hambre en los países en vías de desarrollo se ha reducido en alrededor de un 50 por ciento en los últimos 25 años, lo que supone el cumplimiento de un objetivo de desarrollo fundamental, según un informe publicado hoy por tres agencias de las Naciones Unidas (ONU) dedicadas a la alimentación.
En 2000, la comunidad internacional aprobó los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, que incluyen el compromiso de reducir a la mitad la población que padece hambre en el período 1990-2015.
Concretamente, la población que sufre hambre en los países en vías de desarrollo bajó de un 23,3 por ciento en el período 1990-92 al 12,9 por ciento en el período 2014-16, indicaron la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En términos absolutos, 795 millones de personas -alrededor de uno de cada nueve personas- no tienen suficiente comida en la actualidad, señalaron las tres agencias de la ONU en el informe titulado "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo". En los años 1990-92, esa cantidad fue de 991 millones de personas.
Durante la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, programada para setiembre próximo, la comunidad internacional debe acordar nuevos objetivos que sustituyan los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. El director general de la FAO, José Graziano da Silva, dijo en una declaración que los nuevos objetivos deberían incluir la erradicación total del hambre en el mundo.
La FAO, el IFAD y el PMA señalaron que América Latina, el este y sureste de Asia fueron en el período 1990-2015 las regiones que mejor cumplieron los Objetivos del Milenio, además de haber logrado el objetivo más ambicioso de reducir el hambre en términos absolutos y no solo como porcentaje de la población total.
Por el contrario, los países con el peor desempeño en el cumplimiento de la meta se situaron en África Central y el oeste de Asia, donde en vez de disminuir, se registró un aumento de la población desnutrida.
Las agencias de la ONU identificaron como los principales factores que hicieron posible la reducción de la población que padece hambre en el mundo una mayor productividad agrícola, el crecimiento económico y la expansión de los programas de bienestar social.
Los factores más negativos para el cumplimiento del objetivo fueron los desastres naturales, la recesión, la inestabilidad política y los conflictos armados, según las Naciones Unidas.
La FAO, el IFAD y el PMA se mostraron prudentes a la hora de evaluar las bondades de la liberalización comercial tanto en las naciones desarrolladas como en los países en vías de desarrollo. Al respecto, señalaron que la liberalización del comercio puede incrementar la cantidad y la calidad de los alimentos disponibles en los países pobres, pero también puede socavar la producción agrícola doméstica a causa del abaratamiento de las importaciones, arruinando de esta manera la existencia de muchos campesinos.
"El comercio no es una amenaza ni una panacea cuando se trata de la seguridad alimentaria, pero puede generar desafíos e incluso riesgos que los gobiernos deben tomar en consideración", advirtieron las tres agencias de la ONU.