Los precios en España siguieron en mayo en territorio negativo por undécimo mes consecutivo, aunque frenaron el ritmo de su caída respecto al mes anterior, una tendencia que los analistas prevén que llevará a tasas positivas en la segunda mitad del año.
Según datos definitivos divulgados el viernes por el Instituto Nacional de Estadística, el Índice de los Precios de Consumo (IPC) español subió cuatro décimas hasta una tasa anual del -0,2 por ciento en mayo, a causa de la subida de los precios de los carburantes y de los alimentos.
En términos mensuales, el IPC creció un 0,5 por ciento en mayo tras un repunte del 0,9 por ciento en abril. El diferencial con la zona euro se mantiene favorable en 0,6 puntos, lo que Economía asegura que muestra mejoras en la competitividad.
"La tendencia alcista de los precios y el diferencial de inflación favorable respecto a la eurozona, con el consiguiente efecto positivo sobre la competitividad de la economía española, lo que a su vez seguirá impulsando las exportaciones, la producción y el empleo", dijo el ministerio.

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