El Banco Central Europeo tendrá su política monetaria en la próxima semana y, en este momento, nadie esperaba una decisión de salida de QE. La reunión del Consejo de Gobierno programada para el 26 de abril probablemente no verá cambios en la política actual, ni la redacción de la declaración. Dicho esto, Draghi siempre ha sido capaz de sacar un as de su manga.
Volviendo a lo que se dijo al principio, prevalece la incertidumbre. El riesgo de una posible guerra comercial entre EE. UU. Y China, el acuerdo comercial Brexit y las tensiones geopolíticas en Medio Oriente se han convertido en un factor más relevante para las decisiones del banco central que el crecimiento económico o la desaceleración. En tal entorno, las decisiones de política monetaria probablemente se retrasarán.
Más allá de la reunión del BCE, la próxima semana también traerá el PMI Markit preliminar de abril, que ofrecerá pistas sobre si la UE tiene más espacio para crecer o no, y podría ser tan relevante como la decisión del banco central. El calendario de EE. UU. También será muy ocupado, pero las Órdenes de bienes duraderos el jueves y el PBI preliminar del primer trimestre el viernes no serán ninguna duda.