Durante la mañana de hoy, Eurostat anunció que la inflación anual en la eurozona se había efectivamente disminuido a niveles de 1.6% durante el mes de diciembre luego de haberse ubicado en 1.9% en noviembre.
Esta considerable ralentización, la cual resulta no ser benéfica en términos de apreciación para una divisa dada la flexibilidad que le otorga a un banco central de no apresurarse a aplicar medidas restrictivas, se alinea con la última perspectiva proporcionada por parte del presidente del BCE, Mario Draghi.
Como recordamos, en su primer discurso del 2019, el cual tomó lugar ante el Parlamento Europeo dos días atrás, Draghi comentó que todavía se requiere una cantidad significativa de estímulos para mantener los incrementos en los precios en camino al objetivo de cerca, pero por debajo del 2%.
Ahora, lo que nos encontramos presenciando de momento es que, si bien estas noticias en términos generales resultan ser no favorables para el euro, al haberse estipulado anteriormente, y los resultados de haberse alineado con esta visión, básicamente este movimiento ya se había descontado en los mercados y por eso, la falta de una amplia reacción negativa en el euro.
Si de manera adicional le añadimos a esta situación que en cuestión mensual la inflación terminó ubicándose en 0% y por encima de la contracción esperada de -0.2%, esto termina amortiguando un tanto la considerable caída presentada en el espectro anual.
Dada la ausencia de eventos económicos para lo que resta de la semana en el par, es muy probable que el EUR/USD continúe operando cerca de los 1.14 de cara al arranque de la siguiente semana cuando se presentan los datos de crecimiento económicos en China. De contarse por encima de lo esperado, esto podría desatar una demanda de activos de seguridad donde el USD en la ecuación podría verse beneficiado enviando así al EUR/USD a la baja.