El desequilibrio entre las políticas de los bancos centrales favorece al dólar, pero los datos apoyan al euro. Los índices finales de Markit para la zona del euro llegaron a su máximo en seis años, sin mencionar que la inflación subyacente sigue subiendo hacia la meta del BCE, y las posibilidades de disminución en la Unión están de vuelta en la mesa, a pesar de la retórica de Draghi.