Los celos existen también en los artistas. Kim Kardashian en ningún momento ha intervenido ni hecho nada públicamente cuando Ye, también conocido como Kanye West, comenzó a salir con varias modelos e influencers (como Irina Shayk o Vinetria) tras su divorcio. Pero desde que es notorio y vox pópuli que la empresaria está en una relación con el humorista Pete Davidson, el rapero ha cambiado el discurso: de querer que ella regresase "corriendo" a sus brazos como entonó en un concierto a querer "patearle el culo" al cómico en su última canción.

Kimberly ha dejado claro durante estos meses, por palabra y por acto, que su idea es la de tener una relación cordial y constructiva con su exmarido por el bien de sus cuatro niños, North, Psalm, Chicago y Saint. Sin embargo, las últimas salidas de tono del músico no le han sentado nada bien, comenzando por haberse comprado justo la casa frente a la suya y terminando con la que le lío ante todos sus seguidores el pasado fin de semana.

La más mediática de las Kardashian acabó "disgustada" al no entender que Ye dijese a sus fans que ella no le estaba permitiendo ver a su hija Chicago en su cuarto cumpleaños por no haberle dicho dónde se celebraba la fiesta. Una polémica que se resolvió rapidísimo y que acabó con el rapero hablando tranquilamente con su exsuegra, Kris Jenner, en la celebración.

Parece una situación tormentosa, verdad?