Astrónomos descubrieron un planeta aún más exótico que el ficticio Tatooine, de la saga cinematográfica "Star Wars". se llama HD 131399Ab y es el primero en una órbita amplia con nada menos que tres soles, según un estudio que publica la revista "Science".
Tatooine, el planeta de Luke Skywalker, era un extraño mundo con dos soles en el cielo al que ahora supera la realidad con el descubrimiento de este exoplaneta (situado fuera del sistema solar) único, cuya órbita es, por mucho, la más amplia conocida en un sistema de multiestelar.
Este fascinante mundo lo ha descubierto un equipo de astrónomos liderado por la Universidad de Arizona (EE.UU.) utilizando imágenes captadas por el sistema de cuatro telescopios del Very Large Telescope Project (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO, por su sigla en inglés).
En este nuevo y exótico sistema un observador puede experimentar constante luz solar o amaneceres y atardeceres triples cada día, en función de las estaciones.
Órbitas como la de este nuevo exoplaneta son a menudo inestables, debido a la complejidad y a la cambiante atracción gravitacional de los otros dos soles del sistema.
Por eso cabe esperar que la órbita de este planeta resultara también inestable, con el resultado de que fuera expulsado del sistema rápidamente.
Sin embargo, de alguna manera, este planeta sobrevive. Un hecho inesperado que sugiere que sistemas como este son mucho más comunes de lo que se pensaba hasta ahora.
El planeta extrasolar HD 131399Ab está situado a unos 320 años luz de la Tierra en la constelación Centaurus y tiene unos 16 millones de años, siendo así uno de los más jóvenes exoplanetas descubiertos hasta la fecha.
Tiene una temperatura de unos 580 grados Celsius y una masa estimada de cuatro veces la de Júpiter, el planeta más grande del sistema solar.
"En alrededor de la mitad de la órbita del planeta, que dura 550 años de la Tierra, tres soles son visibles en el cielo, los dos menos potentes mucho más juntos y en variable separación de la estrella más brillante", explica Kevin Wagner, autor principal del estudio.
"Durante buena parte del año del planeta, las estrellas aparecen cerca unas de otras, dando un lado nocturno y un lado diurno con triples amaneceres y atardeceres únicos cada día", agrega.
"A medida que el planeta orbita y las estrellas se separan cada día, llegan a un punto en el que el atardecer de una coincide con el amanecer de otra, momento en el que el planeta está bajo casi constante luz solar durante un cuarto de su órbita; es decir, alrededor de 140 años siderales (tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa al Sol) de nuestro planeta", señala.