El primer ministro japonés Shinzo Abe ordenó una nueva ronda de estímulos de gasto fiscal después de conseguir una rotunda victoria electoral en el fin de semana, mientras el sector corporativo sufre por la débil demanda.
Abe no dio detalles sobre el tamaño del paquete, pero la bolsa japonesa subió casi un 4 por ciento y el yen se debilitó ante las expectativas de que la victoria electoral en la Cámara alta le otorguen mayor libertad para diseñar la política económica.