Joshua Neally, un hombre de 37 años, fundador de la firma de abogados Neally Law (EE.UU.), transitaba por la autopista 68 para llegar a su casa en el pueblo de Branson. Ese día, su hija cumplía 4 años. El recorrido era de 45 minutos y salió temprano de su oficina, relata la revista "Slate".
De improviso, sintió una fuerte punzada en su pecho y en su estómago. Se estacionó a un costado de la vía con la esperanza de que el dolor se sosegara. Por el contrario, aumentó. Neally conducía un Tesla Modelo X que había adquirido dos semanas atrás. En lugar de llamar una ambulancia, optó por activar el piloto automático disponible en su automóvil. Sintió que llegaría más rápido de esa forma.
En Tesla Modelo X no es de todo autónomo, pero facilitó que Neally recorriera 32 km y llegará a un hospital cercano, reportó la BBC.
El automóvil permite que el conductor suelte el volante en las largas rectas que caracterizan el paisaje vial de Estados Unidos. Es capaz de mantenerse en su carril a una velocidad definida y de cambiar de carril en caso de que haya tráfico. Además, dispone de sensores para frenar si advierte un obstáculo. Además, es eléctrico.
Neally le contó a la revista "Slate" que él mismo estacionó el automóvil una vez arribó al hospital. La fortuna del abogado contrasta con la de otros conductores que han sufrido accidentes a bordo de un Tesla.
En mayo, un hombre de Florida murió tras estrellarse contra un camión. Había activado el piloto automático de su Tesla Modelo S y los sensores fallaron. La compañía comunicó que el automóvil fue incapaz de reconocer la parte trasera del camión porque estaba pintada de color blanco y el brillo del Sol impidió que las cámaras lo identificaran a tiempo.
A comienzos de julio, otro conductor se estrelló a bordo de un Tesla Modelo X. Utilizó el piloto automático en una vía de alto riesgo. El carro golpeó un poste ubicado a un costado de la carretera. Por fortuna, nadie resultó herido en el incidente.