Sin embargo, el tono fue optimista después de la reunión, y China recibió un corto respiro. Las partes acordaron continuar las conversaciones por otros 90 días, y las tarifas de los Estados Unidos entrarán en vigencia si no se llega a un acuerdo. Los mercados se sintieron claramente aliviados de que la guerra arancelaria se haya desacelerado y los mercados bursátiles mundiales hayan reaccionado con fuertes ganancias. Al mismo tiempo, los Estados Unidos.
El sector manufacturero de Japón se desaceleró en noviembre, lo que generó preocupación por la fortaleza de la economía. El PMI manufacturero cayó a 52.2, desde 59.9 en octubre. La guerra comercial mundial en curso es un factor primario en la lectura débil, ya que las compañías japonesas que exportan a los Estados Unidos o China se han visto afectadas por los aranceles más altos. La demanda europea de exportaciones japonesas también se ha suavizado, y la demanda doméstica sigue siendo frágil, ya que los consumidores nerviosos continúan apretándose fuertemente en sus bolsas.