Si se esperaba un efecto negativo sobre la libra esterlina por la legislación votada el miércoles en la Cámara de los Comunes acerca del Brexit, nada de ello ocurrió. La moneda británica sigue ganando posiciones, es verdad que a ritmo lento, y si en los próximos días logra superar los máximos del mes hasta el momento -1,2705-, podría acelerar su recuperación a la zona de 1,30 sin inconvenientes.
El yen no tardará en caer. Los esfuerzos del Banco de Japón (BoJ) para buscar una devaluación son evidentes, aunque no lo demuestre claramente en los comunicados de política monetaria.