De igual modo, esperan los inversores que la máxima autoridad monetaria europea vuelva a sacar la artillería y ponga en marcha un nuevo programa de compra de activos (QE) con un importe mensual de al menos 30.000 millones de euros durante el próximo año.
Habida cuenta de lo visto en anteriores encuentros, cuando el mercado se mostró muy insatisfecho con las decisiones del BCE y la posterior comparecencia de su presidente, el italiano Mario Draghi, no es nada descartable que volvamos a presenciar hoy momentos de máxima volatilidad y movimientos contrario a lo que indica la lógica financiera.