Científicos que estudian terremotos en Japón afirmaron haber detectado un raro temblor, y rastrearon su ubicación en una lejana y poderosa tormenta. El hallazgo ha sido publicado en la revista "Science".

Esta nueva información podría ayudar a los expertos a saber más sobre la estructura interna de la Tierra y mejorar así la detección de terremotos y tormentas oceánicas.

La tormenta en el Atlántico Norte fue conocida como bomba de tiempo, una pequeña pero potente tormenta que gana poder a medida que la presión aumenta.

Las olas golpeaban con dureza el suelo marino durante la tormenta, que tuvo lugar entre Groenlandia e Islandia.

Usando en tierra y en el lecho marino un equipo sísmico -que usualmente detecta el derrumbe de la corteza de la Tierra durante los terremotos-, los investigadores encontraron algo que no habían detectado antes: un temblor conocido como microsismo de onda S.

Los microsismos son temblores muy ligeros. Otra clase de temblor, conocidos como ondas P, o microsismos en ondas primarias, pueden ser detectados durante grandes huracanes.

Las ondas P son rápidas, y los animales pueden sentirlas antes de un terremoto. Las esquivas ondas S, u ondas secundarias, son más lentas, y se mueven solo a través de sólidos, no líquidos. Los humanos las sienten durante los terremotos.

Los microsismos de onda S son tan débiles que ocurren en rangos de frecuencia de 0.05 y 0.5 hercios.

El descubrimiento "da a los sismólogos una nueva herramienta para estudiar estructuras más profundas de la Tierra", dijeron Peter Gerstoft y Peter Bromirski de la Universidad de California, en San Diego, en un artículo en la revista "Perspective".

Aprender más sobre los microsismos de onda S podría "ampliar nuestra comprensión de la corteza más profunda y de la estructura del manto superior".