Por otro lado, la actual batalla del presupuesto italiano con la UE continuará manteniendo un límite a la moneda común. Los rendimientos de los bonos del gobierno italiano continuarán aumentando, ya que los temores de nuevas calificaciones bajarán de categoría, lo que hará que los costos de financiamiento y servicio de la deuda de Italia sean cada vez más altos. Si agrega las preocupaciones de Brexit y las preocupaciones en curso sobre el comercio entre la UE y los EE. UU., Será difícil justificar la colocación del euro en cualquier lista de compra.