El drama político de la semana fue provocado por un anuncio de los Demócratas Liberales y el Partido Nacional Escocés (SNP). Ambos partidos pro-restantes concluyeron que un segundo referéndum sobre Brexit sería inalcanzable en el parlamento actual y presentaron una moción para las elecciones.
La medida convenció a Francia, que se había demorado en otorgar un retraso de tres meses a la salida del Reino Unido, de que los británicos realmente iban a las urnas. Luego, la UE anunció un aplazamiento oficial hasta el 31 de enero de 2020, proporcionando cierto alivio para los mercados, que temían una extensión más corta.