La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha sacudido los mercados de acciones y ha frenado el crecimiento mundial. Esto ha reducido la demanda de exportaciones japonesas, lo que a su vez ha debilitado el sector manufacturero. El PMI manufacturero japonés cayó a 50.3 en enero, en comparación con los 52.6 puntos del mes anterior. Este fue el puntaje más débil desde agosto de 2016 y apunta a un estancamiento en el sector manufacturero. Si la guerra comercial global continúa, existe una preocupación real de que la economía japonesa podría caer en una recesión. Sin embargo, los inversores se muestran cautelosamente optimistas después de la segunda ronda de conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos a fines de enero. El presidente Trump planea reunirse con el presidente chino Xi Jinping antes de la fecha límite del 1 de marzo, en la que Trump ha amenazado con imponer nuevas tarifas a China si no se llega a un acuerdo.